Viernes 24 de Diciembre de 2010 09:47
Como preámbulo a la puesta en marcha de los que serán los WRC del futuro inmediato en el mundial de rallyes, la FIA decidía crear esta temporada un nuevo certamen soporte en las diversas pruebas del certamen basado en los nuevos coches S2000. Además, se instauraba una copa para equipos en la que se inscribía la formación española Nupel Global Racing con Xevi Pons como piloto y un Ford Fiesta S2000, quizá la unidad más competitiva de las construidas por los diversos fabricantes, si bien el campeonato ha estado casi monopolizado por las marcas Ford y Skoda, pues Peugeot apenas se ha implicado en el mismo y ha estado más pendiente del IRC. De manera brillante y gracias a una gran regularidad basada en la de puntuar en las siete pruebas obligatorias de las diez que componían el calendario, Xevi Pons y Álex Haro inauguraban el palmarés de esta nueva categoría, que por otra parte ha contado con una gran repercusión mediática.
Ausentes en la primera prueba de Suecia en la que vencía el sueco Per-Gunnar Andersson (Skoda), que posteriormente sería excluido del certamen, Xevi Pons (Ford) encadenaba dos victorias consecutivas en México y Jordania, además de otras dos segundas plazas en Nueva Zelanda y Portugal. Eso significaba que con más de medio campeonato disputado, quedaba en una inmejorable posición para conseguir el título, a pesar de que la situación se complicaba en las dos citas de asfalto, Alemania y Francia, donde se preveía que podría hacerlo mejor que en la tierra, pero en las cuales no podía pasar de la quinta y la cuarta plaza, respectivamente. Finalmente, la tercera posición de Gales le proclamaba como el primer campeón del S-WRC, a pesar de que el sueco Patrik Sandell (Skoda) fue un duro rival hasta el último momento. Sandell ganó las dos carreras de asfalto, Alemania y Francia, algo ciertamente sorprendente para el nórdico, pero no estuvo tan afortunado en las pruebas de tierra, lo que le dejó en el segundo lugar de la clasificación final.
Otro de los destacados fue el checo Martin Prokop (Ford), que no ganó ningún rally pero al igual que los dos anteriores consiguió terminar los siete rallyes disputados, estando en el podio en cinco de ellos. A pesar de vencer en tres carreras (Nueva Zelanda, Portugal y Japón), el finés Jari Ketomaa (Ford) se tuvo que conformar con la cuarta posición por delante del polaco Michal Kósciuszko (Skoda), que parecía otro de los candidatos a estar arriba, pero que poco a poco se fue desinflando, al igual que el noruego Eyvind Brynildsen (Skoda). En muchos casos la fiabilidad de los coches quedó en entredicho, siendo realmente la causa de que ciertos pilotos no pudieran concretar mejores resultados. Aquí también hay que reseñar la buena predisposición de M-Sport con la unidad de Xevi Pons, que supo solventar siempre los problemas que se presentaron con rapidez y eficacia.
Además de los citados, otros dos pilotos lograron una victoria. Juho Hänninen (Skoda) lo hacía en su país, Finlandia, mientras que el noruego Andreas Mikkelsen (Skoda) lo conseguía en Gales. En el apartado de equipos, el Red Bull Rallye Team, con el que compitió Patrik Sandell, logró el título por un solo punto ante el Nupel Global Racing gestionado por Luis Moya, al que superó en la última prueba.
Xevi Pons, el triunfo de la constancia
El piloto de Manlleu (Barcelona), nacido el 21 de enero de 1980, comenzó a competir en moto en la modalidad de enduro, logrando entre otros un título nacional, un subcampeonato de Europa y dos títulos mundiales por equipos de Naciones. Su debut en el automovilismo es relativamente tardío, produciéndose en 2002, aunque ello no le impedía estar ya en el mundial al año siguiente con un Mitsubishi en el certamen de Producción. Durante 2004 alternó el campeonato de Producción con el Mitsubishi y el Junior con un Fiat Punto S1600, realizando prácticamente todas las pruebas del mundial.
En 2005 siguió en el campeonato de Producción con Mitsubishi, disputando alguna carrera con un Peugeot 206 WRC hasta que a mitad de temporada lograba subirse a un Citroën Xsara WRC con el que conseguía su primer gran resultado, un cuarto puesto en el RallyRACC. El año 2006 quedará marcado durante mucho tiempo para Xevi, pues compartió equipo en Citroën con Sébastien Loeb, siendo de nuevo cuarto en Cerdeña, Turquía, Australia y Nueva Zelanda. La de 2007 volvía a ser una temporada de cambios, ya que empezaba con un Mitsubishi Lancer WRC con el que disputó tres carreras, realizando a partir del cuarto rally el resto del calendario con un Subaru Impreza WRC. Aquí se terminaba su periplo mundialista, decidiendo entonces dar un giro radical para regresar al nacional donde llegarían sus primeros éxitos.
En España conseguía el título de tierra en 2008, además de proclamarse subcampeón de asfalto y tercero de tierra en 2009 con Mitsubishi y su actual equipo, el Nupel Global Racing, quien le propuso su vuelta al mundial en 2010, con un desenlace que ya es conocido al volante del Ford Fiesta S2000. Con la formación de Jorge Dorribo también disputó alguna carrera con el Porsche 911 GT3 sin llegar a desentonar en ningún momento.
En su trayectoria deportiva ha realizado 67 pruebas del mundial de rallyes en diversas categorías, teniendo incluso el honor de haber marcado siete scratch absolutos. De cara al próximo año, el equipo Nupel Global Racing, del cual seguirá siendo su primer piloto, volverá al Campeonato de España de asfalto con Ford y los neumáticos Hankook, con la intención de conseguir el título.
El título de Xevi Pons en S-WRC supone la continuidad a los absolutos obtenidos por Carlos Sainz en 1990 y 1992, así como a los logrados por Jesús Puras (Producción en 1994), Dani Solà y Dani Sordo, estos dos en el J-WRC en los años 2002 y 2005, respectivamente.
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