jueves, 30 de diciembre de 2010

Motor a Fondo les desvela las claves del París-Dakar

Me gustaría contarte que el Dakar ha vuelto a África, continente que vio nacer la carrera, que la dio su nombre y su halo de aventura y que la espera con los brazos abiertos, debido al gran aporte económico que supone para los países que atraviesa. Pero todavía no puede ser y, un año más (el tercero consecutivo), Argentina y Chile acogen la competición de motor más dura del mundo. No es una exageración: 9.500 kilómetros -5.000 de ellos, cronometrados- aguardan a los participantes divididos en 13 etapas. Seis de ellas se desarrollarán en el desierto de Atacama, el más árido del planeta, que de nuevo pondrá a prueba a hombres y máquinas. No basta con ser el mejor preparado: hay que esperar que los fallos mecánicos te respeten. Y, como dice Carlos Sainz: “En el Dakar sabes que hay un día en el que los problemas te van a tocar a ti”.
 
El madrileño lo sabe bien: tras caer al lecho seco de un río cuando acariciaba la victoria en 2009, se alzó con el primer puesto en esta cita mítica al año siguiente. Sainz vuelve a Sudamérica como vigente campeón y favorito de una carrera que, desde que cruzó el charco, sólo ha visto el triunfo del equipo en el que milita el español: Volkswagen. La escuadra alemana también ha sido la única que ha vencido con una mecánica diésel y quiere mantener su status; para ello, además del madrileño, la formación cuenta con el ganador en 2009, Giniel de Villiers, con el estadounidense Mark Miller y con Nasser Al-Attiyah. Quizá te suene el nombre del qatarí: al igual que Sainz, conoce bien las pistas cercanas a Córdoba (ciudad por la que pasarán en dos ocasiones), ya que han competido allí muchas veces en la prueba argentina del Mundial de Rallys. El año pasado le puso las cosas difíciles al español: ambos llegaron al podio en Buenos Aires separados por poco más de dos minutos, la diferencia más escasa que se ha registrado nunca en el Dakar.
 
Volkswagen pondrá sobre las dunas el Race Touareg 3, que mejora su sistema de refrigeración y la entrega de potencia (310 CV) en altura, entre otros aspectos. Pero no será el único vehículo nuevo en la carrera, ya que X-Raid, formación que intentará plantar cara a la escuadra azul, ha creado un Mini para Guerlain Chicherit. Posee un motor biturbo diésel de 315 CV, exactamente el mismo que montarán los BMW X3 CC del resto del numeroso equipo: hay siete pilotos, la cifra más elevada para una misma formación en la historia de esta carrera. Y entre ellos, además de Leonid Novitskiy, Krzysztof Holowczyc o Ricardo Leal dos Santos, se encuentra nada menos que Stephane Peterhansel, ganador del Dakar seis veces en moto y tres en coche. En 2011, quiere su décima victoria.
 
Un recorrido difícil
¿A qué dificultades se enfrentan los participantes? Además del propio recorrido, plagado de piedras que destrozan los neumáticos, dunas de arena fina que se tragan los coches a gran velocidad y dos pasos por los Andes, que a más de 4.500 metros de altitud roban el oxígeno a vehículos y pilotos, están los enormes espacios abiertos del Atacama, todo un desafío para el sentido de la orientación de los navegantes. Este año su labor se verá comprometida por una nueva norma: los puntos de paso obligatorio ya no aparecerán en el GPS cuando se encuentren en un radio de tres kilómetros, sino a 800 metros. Habrá que extremar la atención en una prueba en la que los fallos se pagan caro. Por suerte, Sainz lleva a su lado a Lucas Cruz: desde que trabajan juntos han vencido todas las carreras que han disputado.
 
Un total de 419 vehículos (180 motos, 140 coches, 67 camiones y 32 quads, una cifra récord) estarán en la salida; hay representantes españoles en cada categoría. Entre las motos, Marc Coma, a bordo de una KTM de 450 cc -baja la cilindrada de los pilotos más destacados para igualar las posibilidades de todos los participantes-, intentará conseguir el triunfo. Joan Puig competirá en quad, mientras que Pep Vila, Jordi Juvanteny o Salvador Serviá harán lo propio entre los camiones; una vez más, el favorito es Vladimir Chagin con su impresionante Kamaz. Y en coche, además de Sainz, volverán al desierto Xavi Foj (Toyota Land Cruiser), José Manuel Salinero (Terrano Proto) o ‘Nani’ Roma, que recibió una llamada del equipo Overdrive para estar al volante de un Nissan Navara y regresar a una carrera que ama. Debutará Jesús Calleja, también en un Land Cruiser, y su objetivo es terminar. Es la meta de todos, ya que llegar al 16 de enero al podio, situado en el recinto de La Rural (Buenos Aires), es todo un triunfo. Si se hace en primer lugar, se obtiene la gloria.

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